Les biblioteques recomanen

  • Una Proposición indecente

    Madrid : Paramount, DL 2002

    ¿El dinero tiene un poder absoluto?

     

    Al principio de Una proposición indecente (Indecent Proposal, Adrian Lyne, 1993) el amor entre Diana Murphy (Demi Moore) y David Murphy (Woody Harrelson) está idealizado, ¿Quién no ha soñado con un amor así? La pasión, el deseo carnal impregna cada toma, ese sexo soñado y ese deseo a todas horas nos dejan ver la clase de amor que todas soñamos. Diana está sublime, esa delicadeza de juventud me gusta mucho. Por otra parte, David, un arquitecto brillante y soñador que apuesta desde un principio por un futuro hasta que la muerte les separe, me encanta. Diana es una gran comercial inmobiliaria, que encuentra un terreno para construir la casa de los sueños que su pareja había construido en una maqueta y que sabía que era muy importante para él. Así que se ambos embarcan en un préstamo bancario para cumplir su sueño. David construye la casa con un diseño arquitectónico único y su mujer sabe que los ricachones van a encargarle más cuando vean esa primera obra arquitectónica. Es lista, la chica.

    Después llega la crisis. Diana lleva seis meses sin vender nada, la construcción se paraliza y su chico tampoco puede trabajar. Aparecen los problemas económicos y con ellos la presión del banco para que paguen las cuotas de la hipoteca del terreno si no quieren perder la casa de los sueños de David. Ninguno de los miembros de la pareja tiene la madurez de afrontar los problemas con valentía. Y aquí los guionistas dan un giro a la historia. El tema económico origina problemas entre la pareja y salen a relucir las miserias del ser humano.

    Para empeorarlo todo, deciden ir a probar suerte en los juegos de azar para ganar ese dinero que tanta falta les hacía. Así que se les ocurre ir a las Vegas a probar suerte con un pensamiento positivo y con dos mentes inteligentes ¿Qué podía salir mal? Allí Diana es observada por John Gage (Robert Redford), un millonario qué también se encuentra en el lugar, que admira la belleza de la chica. Gage se percata de que a la muchacha le falta algo en el plano material, así que decide pasar a la acción.

    Al regresar con David, descubre que este ha ganado la mitad del dinero que les hacía falta. En vez de irse y pagar al menos una parte de sus deudas, deciden erróneamente seguir apostando y acaban perdiéndolo todo. Así las cosas, mientras juegan una partida de billar, David le manifiesta a John que le gustaría ser un millonario como él y tener tanto dinero. A la vez le dice que el dinero no puede comprar a las personas. Diana lo apoya en este comentario. Astutamente, le ofrece a David un millón de dólares por pasar una noche con su esposa, planteando un reto para acabar con el cliché que no se puede comprar a la gente. Las miradas de Redford son lo más. ¿Ya dije que me encanta en este papel? Conozco este perfil de hombre, son muy cautos y elegantes, con la seguridad en sus ojos y con la tranquilidad de obtener todo lo que se proponen. ¿Y quién puede dormir después de esa propuesta? ¿Acaso David y Diana no estaban enamorados? El dinero tiene un poder absoluto y por eso la pareja acaba en la misma habitación pensando por separado en ese millón de dólares.

    Siguiendo con la jugada, la pareja decide aceptar el trato. ¿Acaso la necesidad es más grande que el amor? ¿O acaso Diana sí deseaba realmente a John? Son muchas las preguntas que surgen, pero llega la hora de apechugar. Si analizamos la escena en la cama dónde la pareja está decidiendo que van a hacer, ambos dicen que eso no cambiará nada entre ellos. ¡Qué inocentes! Si analizamos cómo funciona la psicología humana y la de las parejas, sabemos que todo va a cambiar. David acompaña a Diana para entregarla cual mercancía a John, que llega con su elegancia y decidido a triunfar una vez más en todo lo que se propone. Cuando Diana y David van a pagar la deuda de la casa, se encuentran que ya la han perdido. ¿Perdona? ¿Son capaces de hacer ese negocio con el cuerpo de Diana sin mirar la fecha de pago? Esto es una patinada, pienso que los guionistas usan varias subtramas para ponerlo más difícil a los personajes, y que esa estrategia no funciona bien.

    Así las cosas, David y Diana tienen una gran discusión porque la mujer sí se lo pasó muy bien con el magnate y eso molestó mucho a su esposo. ¿En serio se rompió la relación por el machismo y no por vender el cuerpo de su esposa? Pues sí: pudo más que la chica se lo pasara genial. Cada uno sigue por su lado. Diana recurre al abogado que ambos tenían para solicitar el divorcio, casarse con John y decirle a David que no quiere el millón de dólares. Pero David no la puede olvidar y decide perseguirla. En uno de esos encuentros, David aprovecha para firmar el divorcio. ¿En serio? ¿Pierdes un millón de dólares y además te quieres divorciar? Esto no me gustó nada, me pareció demasiado rebuscado. John les observa, se da cuenta que Diana sigue amando a David, acepta su derrota y facilita la reconciliación de la pareja.

    A mí la película me gusta mucho, la veo como un ideal. No por tener un hombre como David, sino uno como John. Lo prefiero mil veces. Total, siempre trató bien a Diana y en muchas escenas le dijo a David que él no dejaría que un hombre la tocara. En cambio, David vende a su esposa por la obsesión de salvar una casa. Me quedo con John, aquí y en la China. Es el tipo de hombre que muchas idealizamos, no solo por el dinero, sino también por cómo opera en su vida. Y Redford lo hace increíble.

    Crítica elaborada per Claudia Girón. Bib. Santiago Rusiñol.  Sitges. Projecte Escriure de Cinema.

    16/09/2022
  • Eyes wide shut

    [S.l.] : Warner Bros., cop. 2007

    Sobre juegos de poder e intercambios mercantiles

    Vi Eyes wide shut (Stanley Kubrick, 1999) cuando se estrenó y debo admitir que entendí más bien poco. Sin embargo, me quedaron claras dos cosas. La primera: la puesta en escena, tan artificiosa como colorista, me resultaba fascinante. El segundo aspecto que comprendí fue que la película contaba cosas que iban mucho más allá de lo que se veía en pantalla. Tras una revisión reciente, esas dos impresiones siguen vigentes en mi experiencia cinematográfica, y añadiría una tercera: la película ha mejorado con el paso del tiempo. Tanto formalmente como en el mensaje, sigue siendo una apuesta fascinante y perturbadora.

    Basada en la novela Relato Soñado, de Arthur Schnitzler, Eyes wide shut nos explica la crisis que viven Bill y Alice, un matrimonio joven y exitoso de Nueva York, cuando ella le cuenta a su marido una fantasía erótica reciente. Esa confesión provoca en Bill una mezcla de celos, inseguridades y sentimientos reprimidos que le empujarán a sumergirse en una espiral de juegos eróticos de consecuencias imprevisibles.

    La película se abre con un plano de Alice desnudándose en un vestidor: la mujer como objeto de deseo. Tras los títulos de crédito, vemos a Bill buscando su cartera, ella le indica dónde puede encontrarla. La relación entre ambos está clara: él es un hombre ascendente en la escala social para quien su mujer es un trofeo que le ayuda a ese ascenso que ambos disfrutarán. Para Alice, Bill supone estabilidad económica; a fin de retenerlo, juega su mejor baza: su belleza. Ese intercambio mercantil es el eje principal de su relación. Y ese es el mensaje principal de la película: el matrimonio es una mera transacción comercial vestida de afecto y adornada de convencionalismos para que esta sociedad hipócrita que hemos creado pueda aceptarlo. De fondo suena la alegre Suite para Orquesta de Vanidades, de Shostakovich. Todo es divertido, todo es superficial, todo es falso.

    El problema de Bill será confiar en exceso en el poder de su billetera (recordemos que Bill en inglés, además del diminutivo de William, quiere decir “billete”). Un detalle esclarecedor es que, cuando deja volar su mente y se imagina a Alice fornicando con el hombre de su deseo, Bill no vislumbra a un individuo como tal, solo ve un uniforme (con graduación bastante alta, de general de división, si no me equivoco). No puede imaginarse a su rival como un hombre con virtudes y atractivos superiores a los suyos que pueda seducir a Alice. Según su percepción, su mujer solamente podría sentirse atraída por alguien que ostente un rango superior al suyo en la escala social, por muy anodino que este individuo sea. Dinero y poder son el eje central de la película. Poco hay de romanticismo en Eyes wide shut. Alice dice amar con locura a Bill, pero con un amor triste.

    Bill también paga en exceso a Domino, la prostituta, al hombre que le alquila el disfraz y al taxista que le lleva a la mansión. Ese olor a dinero fácil le delata frente a las élites que se reúnen en una fiesta secreta en la mansión. Allí seremos testigos de uno de los momentos más famosos del film: la orgía. Que nadie se lleve a engaño. La escena es mucho más inquietante que sensual. Bill sabe que allí es donde se concentra el poder, y quiere descubrir sus secretos. Como todo héroe que se precie, se expone al peligro en ese viaje iniciático que recorre.

    Lo que me resulta fascinante de Eyes wide shut (y del trabajo de Kubrick en general) es que alguien se tome tan en serio esto del séptimo arte. Me reconcilia con la especie humana que, ante tanto producto superficial y prescindible que no hace sino devaluar la experiencia cinematográfica, este tipo maniático y meticuloso dedicara un esfuerzo titánico a insuflar de contenido algo tan supuestamente innecesario como es una película de cine. Tardó más de un año en rodar Eyes wide shut, cinta que, a priori, no parece muy complicada. De esta manera la impregnó de miles de matices que dan cuenta tanto de su vasta cultura como de su universo e inquietudes personales, y que elevan el film a la categoría de obra de arte. Algunos mensajes son sutiles, como las raquetas de tenis que aparecen en la ya comentada primera escena, que sirven tanto de símbolo fálico (los mangos están erguidos) como indican que se nos habla del juego de poder. Otros son más evidentes, como el significado de los colores: rojo para la sexualidad, azul para la pureza. Durante el monólogo de confesión de Alice, resulta fascinante como ella se va moviendo por el dormitorio de manera precisa para enmarcar su figura sobre un fondo azul o rojo en función de lo que está explicando. Otro ardid apasionante es la utilización de las máscaras y su papel simbólico, o que todas las prostitutas que aparecen en la pantalla sean pelirrojas y esbeltas, clones de la propia mujer de Bill. ¿Es Alice una prostituta más?

    En definitiva: Eyes wide shut es una gran película. Puedes estar de acuerdo o no con el mensaje. Puedes pensar que el director es misógino y machista pues atribuye a la mujer un rol depredador, pero nada de eso quita que sea una experiencia apasionante y una obra personal que te hace reflexionar sobre la condición humana y la sociedad en la que vivimos.

     

    Crítica elaborada per Nacho Zubizarreta. Bib. Santiago Rusiñol.  Sitges. Projecte Escriure de Cinema.

    16/09/2022
  • If you will

    Purim, Flora

    Poland : Strut, [2022]

    Una de les més grans del Brazilian jazz fusion de tots els temps, Flora Purim, torna amb el primer àlbum d'estudi en més de 15 anys. Un assumpte familiar gravat a Curitiba i Sao Paulo, 'If You Will' reuneix el seu cercle de músics inclosos Airto Moreira, José Neto, Celso Alberti i la seva filla Diana Purim. Concebut com una celebració de la seva música i les seves col·laboracions amb altres, l'àlbum explora noves composicions alhora que recupera noves versions de favorits personals de Flora i la seva carrera il·lustre. El tema homònim If You Will fa un reprise d'una de les seves inspirades col·laboracions amb George Duke; la resilient 'This Is Me' actualitza el jam band d'Airto 'I Don't Wanna Be MyselfAgain'; '500 Miles High' recorda els seus dies a la banda de Chick Corea Return To Forever; i ‘Zahuroo’ reinterpreta una cançó de Claudia Villela.

    *Novetat a la Xarxa de Biblioteques Municipals 

    22/11/2022
  • Un Extraño en mi vida

    [S.l.] : Regia, [2008]

    Nada malo les puede suceder

    Se hubiera precipitado al vacío de no ser por aquel rótulo naranja parpadeante al final de la carretera. Lluvia, oscuridad y el pie en el acelerador. Conforme se acercaba, vio que el rótulo era estrecho y rectangular, que parecía a punto de desmoronarse al igual que ella. Giró el volante y se detuvo.

    Era un cine, un pequeño cine-cueva en medio de la nada. Un extraño en mi vida (Strangers When We Meet, Richard Quine, 1960), leyó. Con Kirk Douglas y Kim Novak. No creía conocer a Quine. A la actriz la recordaba lanzándose al vacío desde lo alto de un campanario.

     Se puso el abrigo, beige, y bajó del coche. No corrió hasta la entrada, roja como la de un puticlub. Sus tacones iban hundiéndose en la hierba. Estaba empapada antes de llegar a la altura del anciano sentado en una silla verde con la mirada perdida. Cuando la escuchó cerca, le tendió un ticket amarillento. Ella lo cogió y le dio las gracias. Le siguió hasta la sala. Había cinco escalones color agua de mar. También eran azules las butacas, aunque no brillaban. —Soy el proyeccionista —dijo el anciano—. Acomódese.

    Quiero hablarte de la película.

    En los primeros minutos intuyes que la película no va a tener un final feliz. Lo transmite la expresión de rutinaria alegría e inconsciente estar al acecho de Douglas, la hierática melancolía de Novak, ajena a todos y a todo mientras cumple su función de ama de casa, esposa y madre. Presientes que nada va a cambiar aunque los protagonistas se citen y se enamoren. Porque están atrapados. Da igual que vivan en el armonioso valle de casitas con jardín y autobuses escolares que llegan y parten a su hora, o arriba en la montaña en una gran casa por estrenar con ventanas de colores. Ves la opresión, la estrechez de miras del comportamiento estipulado desde la cuna y las tartas de merengue en los aniversarios. Por eso da lo mismo si son fieles o infieles a sus parejas, si cargan con el peso del remordimiento o se dejan llevar por la pasión. El éxtasis será breve y no hay salida.

    A Douglas, arquitecto de casas para otros, le quedará su profesión, la novedad de Hawái, quizás algunas emociones inesperadas (e impensables antes de su historia con Novak) en su matrimonio y en su entorno, únicamente más desbordante y salvaje que el valle en lo que respecta al paisaje. A Novak le quedan las historias sexuales furtivas con hombres de paso que se crucen en su camino, cerrado a pesar de la secuencia final en la que la vemos al volante de su coche que en realidad la lleva de vuelta a su hogar. Y está la iluminación, los encuadres, la utilización del color, la atmósfera... Novak aparece de rojo, de negro y de blanco, a veces lleva un abrigo beige. La vemos de rojo en su primera cita con Douglas, de noche, en un local junto al mar, un mar negro, sin luna, solo una ola suave tras el ventanal. Viste de blanco en una fiesta vecinal en casa de su amante: de blanco, sin nada que esconder, luminosa, renacida. En otra secuencia la hemos visto de negro, a media luz, dejando entrever su ropa interior, absolutamente sensual y fascinante frente a un marido impasible que no repara en su atractivo, en su demanda carnal. Un marido que ya cumplió: han formado una familia y a ella debería bastarle. Detrás de esa falta de reacción se sugiere una clara inclinación homosexual.

    La esposa de Douglas también va de blanco en un interior a media luz. Está en su casa. La escena resulta perturbadora. Ella lleva un albornoz y el pelo recogido, sabemos que está desnuda porque estaba a punto de bañarse. Hay tanta confianza entre los vecinos que las puertas de las viviendas del valle no se cierran con llave porque nada malo les puede suceder, el mal no habita entre ellos. Pero un vecino anodino y vulgar se colará en la casita ordenada con intención de poseer a la fuerza a la modélica esposa.

     Cuando desatar una melena se convierte en un acto de violación.

    No quiero olvidarme de otros dos personajes secundarios, la madre de Novak y el escritor. Ella es una mujer que sabe de la vida, ha amado y ha pecado quedando fuera del círculo de las honorables. Pero ahora su hija también ha experimentado el temblor, ahora se comprenden y están a la par.

    Al escritor, en tanto que artista, se le otorga una vida inestable y egoísta, con una sucesión de amantes que no colman su vacío existencial, como tampoco lo hace su dinero, con el que encarga una nueva casa para, quizás, averiguar por fin quién es y lo que quiere.

     La historia de amor e infidelidad entre Novak y Douglas se cuenta en paralelo a la construcción de esa casa. Será en su desnudo interior donde se separen, Novak vestida en tonos pastel, los colores del valle en el que está prohibida la exaltación.

     Nunca adivinarías desde dónde te escribo.

    No desesperes, encontrarás una pareja convencional. No me busques, no volverás a verme.

     

    Crítica elaborada per Eugenia Kléber. Bib. Santiago Rusiñol.  Sitges. Projecte Escriure de Cinema.

    16/09/2022
  • De Kaboul à Bamako

    Sowal Diabi

    [Paris] : Accords Croisés, [2022]

    Sowal Diabi va ser originàriament un esdeveniment creat a Bèlgica l'any 2019 sota l'impuls de Saïd Assadi al voltant d'una reflexió sobre la contribució dels refugiats. Sowal significa pregunta en persa i diabi, resposta en bambara. Aquest projecte ha donat com a resultat un àlbum col·lectiu titulat De Kaboul à Bamako.  Dins d'aquest col·lectiu, hi trobem la cantant maliana Mamani Keita, la cantant i violinista iraniana Aïda Nosrat, la intèrpret de Tar iraniana Sogol Mirzaei, la cantant i tembur Rusan Filiztek, el tabalista afganès Siar Hashimi així com els músics. del sextet francès Arat Kilo. Un conjunt d'artistes de cultures variades, procedents de diverses parts d'Europa i Àfrica, els talents dels quals es posen al servei d'una música que trenca fronteres, que barreja tradicions i inspiracions a través de 13 magnífics títols, de vegades dominats pels sons de Mali, de vegades pels sons dels Balcans o de l'Orient Mitjà. 

    *Novetat a la Xarxa de Biblioteques Municipals

    22/11/2022
  • West Side story

    [S.l.] : MGM, cop. 2000

    Crítica social en tons rosats

    Qui no ha sentit parlar de West Side Story (Robert Wise, Jerome Robbins; 1961)? Un clàssic entre els clàssics, un imprescindible dels musicals. Cançons que, un cop les escoltes, no te les treus del cap i que, més enllà de la tornada, tenen unes lletres que van molt més lluny del que és evident. Coreografies espectaculars amb una sincronia perfecta.

    La pel·lícula retrata amb simpatia aparent un amor impossible, un amor a primera vista, un amor de somni. En definitiva: un amor de pel·lícula (en majúscula) que, alhora, resulta tremendament tràgic.

    En el seu dia, van definir el film com una nova versió de Romeu i Julieta, ubicada a la ciutat de Nova York, que retrata el conflicte entre dues bandes rivals. La narració va per aquí, però no només es queda aquí. Fa un retrat punyent de la societat nord-americana. Retrata les desigualtats socials sense cap mena de complex.

    El director Robert Wise va treballar conjuntament amb el creador del musical original de Broadway, Jerome Robbins, amb música de Leonard Bernstein, lletres de Stephen Sondheim i basat en el llibre d’Arthur Laurents. La producció original tocava un tema de tremenda actualitat a l’època: els disturbis als carrers per part de minories migrades, el xoc cultural i els prejudicis existents.

    Els Estats Units es venen i s’han venut com la icona de la llibertat. Allà on tot és possible i on pots arribar a ser tot allò que vulguis gràcies a l’esforç, la constància i la perseverança. Només cal que creguis fermament en allò que vols i que lluitis per assolir-ho: ho acabaràs aconseguint!

    La realitat, però, no sempre és tan dolça. La pel·lícula ho toca de ple a través de la història d’uns immigrants que volen assolir el somni americà. No és gens fàcil, perquè han de renunciar a allò que són per mirar de convertir-se en una cosa que no són ni seran mai. Que no es noti l’accent, que no es noti qui ets i d’on vens. Només així, potser, podràs arribar a ser algú. Per aquests motius, i segurament per moltes altres coses, els Sharks se senten forts en grup, quan ningú es riu dels porto-riquenys.

    La banda dels Jets, formada per joves originaris dels Estats Units, tampoc ho ha tingut fàcil. Els seus membres han patit infàncies difícils i són fills de la part més crua de la societat capitalista: tràfic i consum de drogues, maltractaments intrafamiliars, entre altres situacions. Són fills de famílies poc estructurades, que creixen i es fan valdre al carrer. En el fons, tampoc tenen gaires alternatives, més enllà d’acabar en treballs poc valorats i de reproduir un model familiar del qual volen fugir.

    Enmig de tot això, apareixen personatges simpàtics que també qüestionen un model molt rígid de societat. Una noia no compleix amb les expectatives del que s’esperaria d’ella (no porta vestit, ni talons, ni un cabell llarg i cuidat) vol entrar, de manera gairebé malaltissa, a formar part de la banda dels Jets. Es comporta com un d’ells, malgrat el rebuig evident de la resta de la banda.

    Darrere d’aquesta idealització de l’amor que, sota una mirada actual, grinyola una mica (encara que et faci dibuixar un somriure), s’imposa la dura i crua realitat. En alguns moments, la pel·lícula recorda aquells contes de fades en què l’amor tot ho podia, encara que crec que aquesta no és la part més interessant de l’obra. El que és diferent i el que l’ha fet transcendir al llarg dels anys és, precisament, que plasma el conflicte i les problemàtiques socials des de la música i la coreografia. Tracta una temàtica molt incòmoda mitjançant un to amable, distès i divertit. En el seu moment, era completament inusual que un musical abordés temes socials i, encara més, que ho fes d’una manera tan clara i directa. A més, els autors es valen d’unes lletres incisives que contrasten amb el to aparentment innocent de les melodies.

    Tot això, a més, es fa d’una manera que atrapa a l’espectador: amb escenes mítiques que formen part de la història del cinema. Una experiència immersiva filmada en escenaris reals que retrata la ciutat de Nova York des d’una perspectiva mai vista fins aleshores.

    Una pel·lícula rodona, on tot suma: la interpretació dels actors, la coreografia, la música, la direcció... Com a espectadora, tens la sensació de tenir el privilegi d’estar gaudint d’una obra d’art, amb escenes cuidades fins al mínim detall. Una pel·lícula per revisar i també per revisar-nos, perquè aborda temes que continuen d’actualitat.

     

    Crítica elaborada per Montse Ribalta Costa de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    16/09/2022
  • Lost in translation

    [S.l.] : Universal, cop. 2004

    Sonàmbuls

    Podem considerar que un film de culte és el que, a través del temps, ha generat una infinitat de comentaris per la crítica especialitzada i pel públic en general, sigui pel seu caràcter transgressor, per la seva tècnica depurada o per les seves circumstàncies estilístiques. Aquest podria ser el cas d'algunes pel·lícules de la Nouvelle Vage i més concretament d’Al final de la escapada (À bout de souffle, Jean-Luc Godard, 1960), clara mereixedora de l'adjectiu de film de culte per moltes raons. En aquest film de Godard, assistim a la trobada dels dos protagonistes (perduts) a la ciutat de París, on han arribat per motius dispars. De la mateixa manera, Sofia Coppola situa els dos protagonistes de Lost in Translation (2003), Charlotte (Scarlett Johansson) i Bob Harris (Bill Murray), a una altra ciutat, Tòquio. La seva pel·lícula, plena d'icones, és un clar exemple de film de culte gairebé vint anys després de la seva estrena.

    Coppola ha viscut en una sopa cinematogràfica, al seu bressol possiblement hi queien trossos de cel·luloide. Acompanyada pel seu pare, Francis Ford Coppola, i amb influències del seu avi Carmine Coppola, músic i autor de bandes sonores, la seva carrera ha anat indiscutiblement per la senda del cinema. Va rebre un suspens en un paper secundari com a Mary Corleone en El Padrí III (The Godfather Part III, Francis Ford Coppola, 1990) i no va tornar a la interpretació. Ella ha declarat que va escriure el guió de Lost in Translation pensant en l’actor Bill Murray i que la pel·lícula no s’hagués fet sense ell. A l’actor li va costar molt decidir-se, però finalment va acceptar el que va ser el paper de la seva vida: li va suposar una nominació als Oscar com millor actor i l’establiment d’un rictus singular que després ha treballat amb directors com Jim Jarmusch o Wes Anderson. Per altra banda, compareixia una actriu molt jove i amb molta experiència: Scarlett Johansson, amb una carrera meteòrica des dels seus primers papers de nena a films com L’home que xiuxiuejava als cavalls (The Horse Whisperer, Robert Redford 1998), que va fer d’extraterrestre en la molt interessant Under the Skin (Jonathan Glazer, 2013), amb una interpretació que considero enormement digna, i que va posar els peus totalment en la terra amb el paper dramàtic de la recent Historia de un matrimonio (Marriage Story, Noah Baumbach, 2019).

    John Kacere és un pintor hiperrealista que plasma en els seus quadres la secció mitjana del cos femení vestit amb roba interior, normalment en posició horitzontal. Amb una imatge calcada d'un dels seus quadres comença Lost in Translation, que s'utilitza com a fons per als crèdits. La noia és Charlotte estirada al llit, submergida en aquesta mena d’entreson en què la veiem a tot el film. Poc després, ella està recolzada al finestral de l'habitació de l'hotel, abstreta mentre mira la ciutat. Tòquio se'ns mostra com un espai llunyà i desconegut, retratat a través d’un pla zenital que ens dona idea del distanciament i la solitud que pot provocar una ciutat de 14 milions d'habitants. Aquesta fredor arriba a l'espectador.

    Charlotte és una noia jove que acompanya el seu marit, fotògraf d'èxit absorbit completament per la feina i que l'abandona a l'hotel tot el dia. Les hores passen entre l'habitació i alguna excursió turística per diversos jardins i temples budistes, que no semblen estimular-la en absolut.

    Bob Harris és un actor en plena maduresa, en hores baixes tant personalment com professionalment, que sembla haver acceptat una feina per supervivència i per escapar de la seva rutina familiar quotidiana.

    Tots dos protagonistes estan en un punt mort de les seves vides. Ella ha acabat els estudis de filosofia i vol consolidar la seva relació. Tots dos protagonistes semblen insatisfets amb les seves parelles i amb les seves vides. Han arribat a una ciutat desconeguda i aïllada que veiem gris i plujosa.

    Les estances de l’Hotel Park Hyatt es converteixen en un personatge més: el bar musical, els passadissos, la piscina i també l’ascensor, un espai transitori que transporta el seu silenci i les seves mirades. Aquí és on transiten i on es troben, on es va generant una amistat que els reconforta.

    Tots dos s’endinsen en la festa de la nit del Tokio psicodèlic que tan bé ha plasmat el director de fotografia Lance Acord, que va començar la seva carrera gravant publicitat i vídeos musicals amb el seu amic Spike Jonze (company de la Sofia Coppola fins poc abans de fer aquest film). Acord aconsegueix una fotografia sense artificis que empra subtils moviments de càmera, que mostra els interiors de l’hotel sota un intens contrast i dota els exteriors d’una encertada policromia.

    En aquestes excursions pel Tokio nocturn, sembla que els personatges juguin. Corren pels carrers, escapen de la seva vida tan limitada i de la seva actitud continguda. Van a diversos locals, fins i tot a un karaoke on Charlotte canta Brass in Pocket de The Pretenders: «He de tenir una mica de la teva atenció, dona-me-la / Perquè et faré veure / Aquí no hi ha ningú més, ningú com jo...» Aquestes paraules eren les que ella necessitava dir al seu company fotògraf i ara se les insinua conscient o inconscientment al seu amic Bob. Però és que ell també agafa el micròfon i davant de tota l’audiència de japonesos ebris i sobre tot davant de la seva jove amiga, es llença a cantar «More Than This” de Roxy Music: “Més que això, saps que no hi ha res / Més que això, digues-me una cosa / Més que això / No, no hi ha res...» Bob, que és un home madur i viscut, que ha recorregut tots els camins i n’ha vist el final, li està dient que, amb el que ell sap i ha experimentat durant la seva vida, no hi ha res millor que allò que ara tenen tots dos.

    La seva relació està caracteritzada per una distància enorme evidenciada per la planificació dels enquadraments en pla i contraplà: els personatges dialoguen a cada lateral de la pantalla. Quan estan tots dos al mateix temps en un pla, els veiem separats, excepte en algunes escenes coptades en què arriben a tocar-se subtilment. El cromatisme dels vestits dona una idea de l’estat d’ànim dels personatges: els vestits foscos de Bob, la roba informal de Charlotte, la sorpresa de samarreta groga de Bob... Són elements que ajuden a construir el llenguatge i el to de la pel·lícula.

     

    La sensació d’aïllament fa que aquest film sigui una història íntima, de mirades i gestos que no són intencionats, sinó que surten espontàniament per la necessitat dels protagonistes.

    La posada en escena assenta des del principi les bases en què es fonamenta tota la pel·lícula. Els protagonistes estan davant d’un fons (decorat): la immensitat de la ciutat distant, moltes vegades amb un vidre enmig.

    Sofía Coppola ens exposa unes emocions que formen part de la ficció, i ens mostra un somni que és la realitat, amb un guió que li va valdre un premi Oscar.

    Veiem i escoltem aquests dos personatges com víctimes d’unes forces externes, com si tots els seus mals foren conseqüència del voltant i no de la seva pròpia llibertat, d’una llibertat que potser no havien sabut fer servir.

    Si alguna cosa distingeix Lost in Translation és l’abundància de matisos, molts d’ells segurament no intencionats. Fan que vingui de gust tornar a veure aquesta pel·lícula, per molt que coneguem l’argument. El film ha aguantat bé el pas del temps. En el seu conjunt, encara és un aparador de la societat contemporània. I el seu final inclou unes gotes d’optimisme i esperança.

    Crítica elaborada per Domingo Arnaste de Haro de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    16/09/2022
  • L'Important :

    Nad Spiro

    Barcelona : GaSaG, [2022]

    En aquesta banda sonora imaginària, Nad Spiro evoca una deriva espacial a bord d´una nau desapareguda: L’Important. A la cara B recupera cançons oblidades de la cosmonauta Nadia Spier, suggeridors temes a tall de transcripcions de cintes secretes.

    *Novetat a la Xarxa de Biblioteques Municipals 

    22/11/2022
  • Retrato de una mujer en llamas

    Madrid : Karma Films, [2020]

    Un retrat de l’amor en tres etapes

    Si ja és difícil pintar una persona per la dificultat que té de copsar-ne l’essència i l’ànima, descriure l’evolució d’un amor des dels seus inicis fins al final ho ha de ser encara més. La mestria de la directora Céline Sciamma ho fa possible amb Retrat d’una dona en flames (Portrait de la jeune fille en feu, 2019), un film on es descriu lentament el sentiment amorós, l’experiència sexual i el distanciament de la persona estimada. Tot es relata molt a poc a poc, com es cuinaria un bon plat.

     

    A la pel·lícula es mostren d’una manera ben diferenciada aquests tres moments gràcies a les tres etapes de l’evolució d’un quadre que ha de pintar per encàrrec una jove. La pintora viatja sola fins a una mansió burgesa al costat del mar, ubicada a la Bretanya Francesa al segle XVIII. En un primer moment, el to misteriós del film t’atrapa i et fa pensar en un secret que ha de ser descobert ben aviat, com ara l’accident desafortunat (o no) d’una de les dues filles de la família. Això no serà ben bé així: de mica en mica, focalitzem l’atenció en la descoberta de la cara i de la persona d’Héloïse. Ella és el principal misteri, no pas la seva germana morta. Aquest to misteriós correspon a l’etapa de la descoberta i coneixement de la persona a qui cal retratar. Com ella encara és una desconeguda, el quadre no té cara.

    En una segona etapa, domina un to de benestar entre l’artista i la seva model, el foc com a símbol del desig, un to de confiança on es parla de llibertat i es comparteixen sentiments i mirades. Aprenen una de l’altra i llegeixen el mateix llibre en clau: el relat d’Eurídice i Orfeu, escrit per Ovidi. Ara el quadre ja té rostre, però encara no té vida ni tampoc desprèn alegria.

    Caldrà esperar que les dues protagonistes es posseeixin carnalment per arribar a l’obra completa, ja definitivament un quadre amb vida pròpia i que té el somriure d’Héloïse. Aquí ja el to és de comprensió i compenetració total entre les dues amants. Domina l’entesa perfecta entre elles, és el gaudi de l’amor total o pur.

    Com en totes les grans històries d’amor, la passió més gran és aquella que no queda exempta de traves. L’amor que se’ns explica és impossible per les convencions socials de l’època, per l’obligatorietat que té Héloïse de casar-se amb un home que no coneix i que li imposa la seva mare (Valeria Golino). Ella no pot triar el seu destí, no pot ser lliure en l’amor. Així doncs, la realització final del quadre significa l’entrega d’ella al futur marit al qual ni tan sols coneix. És per això que Marianne el voldria destruir.

    Héloïse i Marianne són ben diferents. Ho són tant com una dona rossa i una que és morena. Helóïse és la rossa, interpretada per Adèle Haenel (enigmàtica i sensual), i no pot triar la seva vida: com a tantes dones de la seva època, se li ha negat una llibertat de la qual només disposen en el temps que passen soles en un convent. Aquest personatge contrasta amb Marianne, que és la morena, interpretada per Nóemi Merlant (valenta i suggerent): du a terme una feina que la fa ser independent econòmicament, ha conegut l’amor i la música, sap nedar, fuma en pipa i beu vi. Marianne sí que pot triar el seu amor lliurement, encara que sigui d’amagat de la societat. La parella només es pot fer petons en una cova de la platja o en l’àmbit privat d’una cambra. Els interiors foscos i tancats de les cases és on queden reclosos els sentiments de les dones. Com a la pel·lícula Carol (Todd Haynes, 2015) es tracten unes històries d’amor modernes que tot just comencen a ser visualitzades al segle actual. Que se situen fora del seu temps i per això són impactants: perquè són impensables.

    Retrat d’una dona en flames no només parla de la relació amorosa de les dues protagonistes. També és una reivindicació del món de les dones, sempre apartat del camí principal i relegat a una via morta. El film tracta de l’avortament, de la solidaritat entre dones, de l’anonimat de l’artista, dels sentiments sincers i de la llibertat individual. Tot està presentat magistralment i amb una sensibilitat exquisida. Valgui com a exemple el moment en què Sofia, la criada, està estirada al llit mentre avorta. Un nen de mesos l’acarona amb els seus ditets, com si entengués el moment.

    La perfecció en la recreació de l’època, els detalls en la creació d’una pintura retrat, la simbologia dels colors, de la música i dels quadres ens porten fins a un final rodó i obert de la mà del rostre en primer pla d’Adèle Haenel. Primer quan plorant i després quan riu, sembla encoratjar-nos a viure tot passant les estacions com la música de Vivaldi.

    L’obra d’art, com l’amor sincer, perdura en forma de quadre, de música, de llibre o de brodat. També ho fa en forma de film. La pel·lícula és un homenatge a l’amor real de Sciamma vers la seva actriu Adèle Haenel. Un personatge i un relat fet a mida que van valer-li el premi al millor guió a Cannes l’any 2019.

    Crítica elaborada per Anna Juberó i Vilanova de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    16/09/2022
  • Casablanca

    [S.l.] : Turner [etc.], cop. 2003

    De tots els bars del món, ella entra al meu.

    “Casablanca no és una gran pel·lícula, és la raó per la qual Déu no ha exterminat la humanitat”. Aquesta frase tan extrema és d’Eduardo Infante al seu llibre Filosofia en la calle.

     

    Podem estar o no d’acord amb aquesta afirmació, però el que està clar és que Casablanca (Michael Curtiz, 1942) ha estat considerada entre les deu millors pel·lícules romàntiques de tots els temps i és un exemple fantàstic de l’anomenat cinema clàssic: utilització expressiva de la llum i la fotografia, primers plans fotogènics dels actors, presència d'estrelles de Hollywood com la bella i magnètica Ingrid Bergman i el carismàtic Humphrey Bogart...

    Als anys quaranta, arribaven a la ciutat de Casablanca tots els que fugien del nazisme. Allà es troben Victor Lazslo (Paul Henreid), líder de la resistència, la seva dona Ilsa (Bergman) i l’antic amant d’ella, Rick (Bogart). Rick i Ilsa es van conèixer i enamorar a París abans que els alemanys entressin a la ciutat. El matrimoni diposita en Rick les seves esperances de sortir del país, tot i que Víctor està a la llista dels més buscats pels nazis.

    El triangle amorós format per l'Ilsa, el Victor i el Rick, amb el rerefons de la II Guerra Mundial, és un dels atractius de la pel·lícula. Rick i el capità Renault fins i tot fan una juguesca sobre quin serà el final de la història. Marxarà ella de Casablanca amb el seu marit? O es quedarà amb el seu amant, Humphrey Bogart? Pel que es veu, ni els guionistes de la pel·lícula ho van saber fins que el rodatge ja estava força avançat. Bergman va haver d’encarnar el seu paper de manera ambigua gairebé per força. Per una banda, està perdudament enamorada del personatge de Bogart, però a la vegada sent una profunda admiració pel seu marit. Ho podem veure en l’emocionant escena en què Lazslo fa que l'orquestra toqui La marsellesa per no sentir els alemanys quan canten les seves cançons: aconsegueix que tot el bar canti amb veritable emoció l’himne i faci callar els germànics.

    La pel·lícula va ser rodada en plena II Guerra Mundial. Podem considerar-la dins del gènere bèl·lic o, més ben dit, podem veure-la com propaganda ideològica contra el feixisme. Un any abans d’estrenar-se, els EUA lluitaven contra l'ocupació nazi com a part de les forces aliades. També és una de les primeres pel·lícules que es fixa en els refugiats. Una munió de gent vol obtenir el visat o passaport per marxar en avió cap als EUA, el destí somiat de tots els que van a parar en aquesta ciutat, que és només una avantsala d’altres llocs on poder començar una nova vida. Molts dels actors del film, i també el seu director, eren europeus que havien emigrat dels seus països d’origen. L’obra, per tant, pot ser un reflex de les seves experiències.

    La ciutat ens recorda els contes de Les mil i una nits, així com l’escenari principal de la pel·lícula: el Cafè Americà Rick’s, que també és una sala de joc. Aquí van a parar tots els que necessiten diners per comprar visats: dones que venen les seves joies i gent que vol provar sort al casino per guanyar els diners suficients per poder marxar de la ciutat. El cafè, però, no és un lloc sòrdid, sinó que és un oasi d’elegància, música i bon rotllo entre tots els que s’hi apropen.

    En una de les escenes inicials del film, l’amo de Rick’s està jugant una partida d’escacs amb ell mateix. Domina totalment la situació tant al tauler de joc com al local, ja que és ell qui decideix qui entra i qui no entra al seu bar. La seguretat que mostra fins aquell moment es veu alterada per una cançó que toca Sam (pianista del bar i amic de Rick) quan li demana Ilsa. En aquest moment, el món de Rick comença a trontollar. Després de retrobar-se amb la seva antiga amant, recorda el passat mitjançant un flashback: els dies feliços a París, el seu amor i l’últim dia que van passar junts. El dia abans que els alemanys envaïssin la ciutat, van quedar a l’estació per fugir junts, casar-se i començar una nova vida. Ella no es presenta, només deixa una nota dient que no pot marxar i que s’oblidi d’ella per sempre. Després d’un parell d’anys, es tornen a retrobar en una de les millors escenes de la pel·lícula, amb primers plans d’ella i ell. Ella està amb els ulls plorosos i ell està totalment descol·locat i també enfadat, traït, però encara enamorat. Aquest amor perdurable, després d’anys sense veure’s, és un altre dels grans temes del film. Al final, serà ell el que decideixi l’últim moviment de tots els protagonistes, com si fossin les peces del seu tauler.

    El secundari Claude Rains arrodoneix el repartiment. Interpreta el cínic capità Renault, una autoritat francesa amb pocs escrúpols, que juga sempre a quedar bé amb els alemanys i alhora no pot amagar la seva admiració per l’amo del Rick's Café. Al final de la pel·lícula es forja el que sembla que serà una gran amistat amb Bogart, en un dels finals més memorables de la història del cinema.

    Seguint el fil de la música, cal assenyalar un altre secundari inoblidable: Dooley Wilson en el seu paper més famós de pianista del Rick's Café i vell amic de Lisa i Rick. Tots coneixem la frase «torna-la a tocar, Sam», que en realitat no surt mai a cap diàleg de la pel·lícula, i si en una obra de teatre de Woody Allen que la porta com a títol.

    Suposem que tots heu vist Casablanca. Pels que no l’hagin vist mai, aquí va una altra frase memorable que dona una pista per endevinar amb quin dels dos personatges es queda la protagonista femenina: «Sempre ens quedarà París», diu Rick a l’Ilsa en un moment de la pel·lícula.

    Crítica elaborada per Sandra Basurte de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    16/09/2022
  • Titanic

    [S.l.] : Twentieth Century Fox, cop. 1999

    El joc del destí

    Titanic (James Cameron, 1997) és una pel·lícula rodada a la Baixa Califòrnia, on l’Oceà Pacífic  proporcionava paisatges d’ones rebels. L’obra té una durada de 189 minuts, és a dir, és més llarga del que la gent estava acostumada a veure a l’època. Tot i això, va tenir un gran èxit que encara perdura avui.

    Com a persona nascuda després de la seva estrena, puc dir amb certesa que aquesta pel·lícula m’ha sorprès positivament, tot i que no ho esperava. Titanic tracta d’un amor a primera vista entre dues persones de diferents estatus socials, en Jack (interpretat per Leonardo DiCaprio) i la Rose (interpretada per Kate Winslet, una gran actriu). Aquest argument és un clàssic habitual en el gènere romàntic, tant en la literatura com en la pantalla gran. Tot i això, James Cameron va aconseguir fer-se’l seu.

    El Titanic va ser un vaixell que, en el seu moment, va ser el més gran que s’havia vist i construït mai, però va naufragar el 1912 durant el seu viatge inaugural. James Cameron va voler retre-li un homenatge situant una de les seves històries en aquest luxós vaixell.

    Aquesta pel·lícula aborda l’amor impossible, tot i que ja sabem que l’amor de les pel·lícules mai és completament inabastable, cosa que fa que et quedis amb una ideologia i unes expectatives sobre l’amor que sovint no són reals. En ser una pel·lícula ambientada a principis del segle passat, es veuen situacions com el maltractament o la superioritat de la figura masculina envers la dona. Tot i que ara encara hi hagi casos d’aquest tipus, la manera com es tracten i com reacciona l’entorn és diferent de la d’abans.

    En aquella època també se li donava molta importància a ser d’un estatus social alt. Impressiona molt una escena a la qual una dona de classe baixa intentant adormir els seus dos fills mentre el vaixell s’inunda. Sap que no tenen possibilitats de salvar-se en comparació amb la gent de classe alta.

    Cameron és conegut especialment pels impressionants efectes especials que aplica a les seves pel·lícules. Titanic no és menys, inclús va superar a les seves anteriors produccions. Cal recalcar tota la feina amb les escenes finals, on l’aigua comença a entrar a pressió dins del vaixell. En aquest aspecte, Cameron va triomfar un cop més.

    També vull esmentar l’escena on la Rose i en Jack intercanvien les primeres paraules. Està construïda sobre la base de diferents plans. Alguns enquadraments generals ressalten la magnitud i la bellesa del Titanic i l’Oceà Pacífic, mentre que altres plans més detallats et fan empatitzar amb els personatges i et fan veure la bellesa de detalls que no es veuen a primer cop d’ull.

    L’inici de la pel·lícula està ple d’incerteses. Tot comença amb un equip d’investigadors que busca sota l’aigua un penjoll molt valuós que teòricament es va perdre quan el Titanic es va enfonsar. En lloc d’aquesta joia, troben un dibuix inesperat. Aquests dubtes i confusions es resolen a mesura que la pel·lícula avança. Lentament, el film et transporta al passat i a la història d’amor d’en Jack i la Rose.

     

    Aquesta pel·lícula m’ha fet reflexionar sobre fins a quin punt el futur pot ser capritxós. Un joc d’apostes que va començar per diversió va acabar girant dues vides completament. De vegades continuo preguntant-me què hagués passat si en Jack no hagués guanyat.

    Crítica elaborada per Alícia Llovet Ribalta de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    16/09/2022
  • Los Tarantos

    Valladolid : Divisa, cop. 2007

    L’embruix i la màgia del flamenc a la Barcelona dels seixanta

    Los Tarantos (Rovira-Beleta, 1963) mostra la relació d’amor impossible entre dos joves, separats per les rancúnies i l’odi que mantenen les seves respectives famílies.

    Rovira-Beleta ens regala un autèntic fresc, magníficament ambientat, de la Barcelona dels anys seixanta. Retrata la ja inexistent barriada del Somorrostro, una àmplia zona de barraques a tocar de mar, on es veu el batec de la vida: gent afaitant-se, roba estesa al vent, canalla jugant… i el ball, l’etern ball que sembla que aquests gitanos porten adherit a la seva ànima, que els amara i acompanya constantment, que sembla gairebé instintiu…

    Al Somorrostro és on va néixer Carmen Amaya, l’actriu i ballarina que interpreta la matriarca dels Tarantos. És una dona que transmet una força admirable: no és especialment harmoniosa ballant (hi ha figures flamenques que ballen amb més elegància), però és un torrent d’energia molt potent, sense academicismes, que sembla portar de fàbrica el nervi del seu ball. És impossible restar indiferent davant d’una passió tan personal.

    Amaya interpreta el paper d’Angustias, la mare de Rafael (Daniel Martin). Ell està enamorat de Juana (Sara Lezama), la filla de Rosendo (Antonio Prieto), que es dedica al mercat de bestiar i és el patriarca dels Zorongos.

    És especialment emotiu el moment en què la parella es coneix durant la boda d’una noia gitana. La imatge també és molt suggerent: la núvia nua coberta de pètals de rosa, el vaivé de mirades creixents i canviants, plenes d’atracció, parla per si sol. Llavors Juana comença la dansa en un ball flamenc, que sembla dedicat només a ell, on fan eclosió tots els seus encants. Tot i que aleshores Sara Lezama era molt joveneta (tenia quinze anys), va esdevenir parella durant uns anys de Daniel Martin, l’actor que interpreta el paper de Rafael.

    La cinta és ben plena de petits detalls. Ofereix diferents imatges de la Barcelona d’aquells anys: l’excepcional nevada de l’any 1962, la plaça Reial, el monument a Colom i la impagable imatge de les Rambles a la nit on Antonio Gades executa un ball magistral. Primer ho fa al voltant i a sobre d’una de les taules d’un bar, on ens mostra la seva gràcia a cops de taló que es visualitzen en primer pla. Després, giravolta sobre si mateix i fa girar en sincronia un expositor de postals al seu costat. Finalment, la càmera va allunyant-se i veiem la llum reflectida al terra moll. El ballarí, emmarcat a banda i banda pel traç del ruixat que prové d’unes mànegues, continua ballant i va empetitint-se de mica en mica mentre la música ens va embolcallant…

    La història està basada en una peça dramàtica d’Alfredo Mañas (pare de l’actor Achero Mañas) en la qual Rovira-Beleta va introduir alguns canvis. El director era un apassionat del cinema i cuidava molt tots els detalls. Va ser un dels primers directors a treure la càmera al carrer i als exteriors naturals. Això va aportar autenticitat i frescor a les seves pel·lícules, que han esdevingut de caràcter documental amb els anys. Los Tarantos va ser nominada als premis Oscar en la categoria de millor film de parla no anglesa l’any 1963.

    Els fills del director van explicar el dia que ell va arribar a casa boig d’alegria per trobar una escala exterior adient per fer pujar a Paco Rabal a Hay un camino a la derecha (1953). Conjuntament amb El expreso de Andalucía (1956) i Los atracadores (1962), aquella pel·lícula va mostrar les seves capacitats en el gènere negre.

    En resum, Los Tarantos es tracta d’una obra feta amb passió per l’univers gitano, tema que no ha estat gaire portat al cinema (tret del director francès Tony Gatlif, d’origen algerià, autor de la més que destacable pel·lícula Latcho Droom, de 1993). Rovira-Beleta ens passeja per un temps i un espai ple de flama i màgia, amb un colomar que recordarem per sempre més.

     

    Crítica elaborada per Ana Pérez de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    25/01/2024
  • Breve encuentro

    Barcelona : Filmax, DL 2004

    Trens de trajecte limitat

    Una frase que li diu Laura a Alec, «saldré al andén contigo», resumeix la constant de Breu encontre (Brief Encounter, David Lean, 1945), un film que evidencia el desig del seu director d’esprémer el temps de la narració al màxim. I és que, com anticipa el títol d’aquesta crònica sensible i patètica d’una frustració, es tracta un encontre efímer, però molt intens.

    La parella protagonista, interpretada amb encert per Celia Johnson i Trevor Howard, coincideix un dia a la setmana en la gran ciutat. Ella hi va per fer compres i anar al cinema. Ell hi va com a doctor per assistir a l’hospital de la ciutat. Els dos personatges comencen a dialogar i s’acaben reunint setmanalment en la cafeteria de l’estació, on passen d’una relació innocent a una atracció intensa.

    Lean adapta la peça de teatre en un acte homònima de Noel Coward i utilitza la música del Concert núm. 2 de Rachmaninoff per donar més intensitat al romanticisme que transpira tota la pel·lícula. El film britànic va ser premiat a la primera edició del Festival de Cannes el 1946, on es presentaven treballs de Jean Cocteau, George Cukor, Billy Wilder, Alfred Hitchcock o Roberto Rossellini, entre altres mestres del setè art.

    El muntatge del film és fascinant, perquè explica amb gran naturalitat el procés d’un enamorament clandestí. Laura té dos fills i un marit avorrit però atent. Alec és un doctor idealista, casat i amb dos fills. Suposadament, la censura obligava al fet que el final fos acceptat per la societat britànica tradicional. De fet, la carrera comercial de la pel·lícula va ser raquítica, a diferència dels grans èxits de públic que obtindria Lean més endavant: El puente sobre el río Kwai (The Bridge on the River Kwai, 1957), Lawrence de Arabia (Lawrence of Arabia, 1962),  Doctor Zhivago (1965), La hija de Ryan (Ryan’s Daughter, 1970) o Pasaje a la India (Passage to India, 1984). Curiosament, molts d’aquests títols tindrien com a referent constant els trens.

    El tractament del temps torna a ser essencial amb l’aparició dels trens de vapor i amb la fotografia en blanc i negre. Malgrat la senzillesa i simplicitat de la història, tant l’estació com els trens que van i venen són elements cinematogràfics que atorguen matisos extraordinàriament expressius. 

    Tota la història està narrada en off per Laura, la protagonista, i es desenvolupa en el temps en què el seu marit està fent mots encreuats plàcidament al saló de casa seva. Aquesta narració a base de flashbacks està centrada en el punt de vista femení, amb una protagonista que transmet en el seu rostre tot un catàleg de sentiments (de l’alegria a l’angoixa, passant per l’esperança, la frustració o la malenconia). De fet, una de les escenes magistrals té lloc quan ella surt de sobte a l’andana i la càmera comença a inclinar-se: el seu rostre mostra desesperació per l’absència final de l’amant. Pocs segons després de passar el tren, la càmera torna a l’equilibri. L’escena conclou amb un retrat emocional on el rostre comunica tot allò que el director vol plasmar en pantalla.

    És molt destacable també l’aparició de diversos personatges secundaris britànics amb què s’intercalen dosis de comicitat entre moments de dramatisme i angoixa. En part, són ells els que jutgen les accions dels protagonistes. Això ajuda a mostrar la història des de l’interior i des de fora. Destaquen les empleades de la cafeteria de l’estació, la pianista del cinema, les amistats xafarderes de la Laura o l’empleat de l’estació de ferrocarrils.

    Una altra escena culminant de la pel·lícula mostra com Alec posa la seva mà a l’espatlla de Laura, davant la impossibilitat d’acomiadar-se d’ella per l’aparició inoportuna d’una coneguda. Aquest moment tan emotiu acaba sent el darrer contacte físic entre els dos amants. De fet, la pel·lícula comença pel final, però a l’espectador li falten unes dades que l’espectador ha d’anar descobrint per poder fer una lectura entenedora de l’argument.

     

    En conclusió, ens trobem davant d’una història propera i familiar, on se’ns mostra que la dona britànica començava a adquirir una certa independència possiblement a causa de la participació del país en la Segona Guerra Mundial. El film és el reflex fidel d’una societat puritana que està plena de prejudicis, però que començava a canviar lleugerament.

    Crítica elaborada per Salvador Lara de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    15/09/2022
  • Lejos del cielo

    [Madrid] : Público, DL 2008

    Amors (im)possibles?

    Ens trobem davant d’una història d’amor o bé la història d’una família feliç a l’Amèrica del Nord dels anys cinquanta? A Lluny del cel (Far from Heaven, Todd Haynes, 2002) descobrirem totes dues coses, a més d’altres successos de l’època que avui en dia trobaríem normals, però que, en aquells temps, es consideraven un escàndol.

    Tot i que la pel·lícula es va estrenar l’any 2002, Haynes ens trasllada als anys cinquanta, una època filmada amb colors saturats i canvis de llum per aconseguir l'atmosfera adequada. A Lluny del cel se’ns mostra una família benestant d’un barri residencial, els Whitaker: ell és executiu en una empresa d’èxit i ella exerceix de mare i esposa d’una manera exemplar, admirada pels seus veïns i amistats i reconeguda socialment. Aquesta admiració i exemplaritat li acabarà passant factura.

    L'amor no existeix entre els membres de la parella, sinó fora d'ella. Un amor que en aquells temps era impossible farà trontollar l'estabilitat familiar: una relació homosexual que conduirà de retruc a una altra també complicada a la dècada dels cinquanta, l’amor interracial. D’aquesta manera, se’ns presenten dos amors impossibles que s’han d’amagar dels ulls de la societat, d’una societat que avança lentament, però que ho fa amb un racisme encara latent i amb una homofòbia a l'alça (l’homosexualitat es considerava una malaltia). Aquestes dues històries seran el fil conductor del film, però trobarem altres detalls d’aquells temps, com pot ser la importància que es donava a l'estatus social.

    Aquesta és una pel·lícula treballada exquisidament, plena de detalls que no s’escapen de les nostres retines, com pot ser un simple mocador que podem veure volant pels aires, lluint al coll o lligat al cap de la protagonista, i que també serveix de pretext per un primer apropament entre dues persones. Això només és una mostra dels petits elements que el director utilitza per mantenir la nostra atenció i que, sumats als plans curts i mitjos de mirades i gestos, ens fan entendre-ho tot sense necessitat d’utilitzar les paraules. Per altra banda, l'encertada banda sonora i la il·luminació (correcta en tot moment) ens mantenen atents i expectantment asseguts a la nostra butaca. Els treballs de fotografia, música i muntatge, facetes que Haynes sempre ha cuidat molt, són excel·lents. També trobarem en aquest film similituds amb Solo el cielo lo sabe (All That Heaven Allows, Douglas Sirk, 1955), amb la qual coincideix en temàtiques com l’amor impossible. Podríem afirmar que Lluny del cel és un homenatge del seu realitzador al film de Sirk. De la mateixa manera que en altres obres seves, Haynes ens deixa un altre detall: confecciona una pel·lícula circular, que comença amb un pla rodat amb grua que comença al cel i baixant fins a un cotxe, i finalitza amb el mateix plànol a la inversa: des d'un cotxe i pujant fins a arribar al cel, just abans de les lletres de «the end».

     

    A banda, cal destacar la interpretació dels actors. Julianne Moore va guanyar la Copa Volpi al Festival de Venècia pel seu paper de la senyora Whitaker, a més de rebre nominacions al Globus d’Or i als premis Oscar. Dennis Quaid, qui encarna al senyor Whitaker, va ser nominat al Globus d’Or per aquesta pel·lícula. També cal destacar l’actuació de Dennis Haysbert, el jardiner, com a actor de repartiment. Tots tres porten perfectament la trama d’una història que, que sense arribar a ser un triangle amorós com l’entenem habitualment, fa despertar l’empatia vers els tres personatges. Patirem com ells, patirem amb ells i viurem les seves experiències com pròpies: unes històries d’amor impossibles que ens poden semblar molt possibles. De fet, trobarem que al final sí que ho poden ser.

    Realment, però, qui decideix que l'amor entre dues persones sigui o no possible? És una pregunta que haurien de respondre aquells que s’estimen. En aquest cas, són ells qui responen.

    Crítica elaborada per Pasqual Hernández Martínez de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    16/09/2022
  • Licorice pizza

    Madrid : Arvi Licensing, [2022]

    Un amor predestinado

    Suena July Tree, de Nina Simone. La cámara sigue a la chica en un largo plano secuencia. Sus pasos cansinos denotan fastidio. Su nombre es Alana , trabaja de asistente de casting y tiene 25 años. Gary , actor infantil y emprendedor de cierto éxito, tiene una epifanía: esa chica será su esposa. Él tiene 15 años. Ambos mantienen unas relaciones disfuncionales con sus respectivas familias. La edad será una nube negra en su relación. Una visión del eterno tema: el encuentro amoroso.

    La historia de Licorice pizza (Paul Thomas Anderson, 2021) trata el camino que debe recorrer Alana para aceptar su amor por Gary. Correr hacia la persona amada es un acto de amor. De necesidad irreflexiva. Alana corre, corre Gary. Corren los dos, buscándose. Corren juntos. Parece una parodia, pero resulta eficaz y creíble debido a la interpretación en estado de gracia de los dos protagonistas.

    La película es del año 2021, de nacionalidad estadounidense. Ese mismo año fue nominada a los premios Oscar en las categorías de mejor película, mejor director y mejor guion original. Paul Thomas Anderson dirige, firma el guion y también la fotografía, esta última junto a Michael Bauman. La película es una mirada sobre el amor, sobre un lugar y una época. Un amor en el Valle de San Fernando en los años setenta. Una mirada sin nostalgia, pero indulgente hacia el tiempo y espacio que evoca.

    En la cinta aparecen las constantes del cine de Paul Thomas Anderson: las relaciones familiares, el destino, la predestinación amorosa y la utilización de planos secuencia. La banda sonora corre a cargo del compositor habitual en sus películas, Johnny Greenwood, guitarrista de Radiohead. Mediante sus acertadas elecciones musicales, Greenwood consigue acentuar las emociones que provocan las secuencias.

    Los actores Alana Haim y Cooper Hoffman soportan el peso de la narración. Ambos están soberbios en su primer papel cinematográfico. Cooper Hoffman es hijo del malogrado y genial actor Philip Seymour Hoffman, habitual en el cine de Anderson. Junto a ellos, Sean Penn, Bradley Cooper y Tom Waits dan vida a unos disparatados y reconocibles iconos de la cultura cinematográfica.

    El título Licorice Pizza (pizza de regaliz), es una manera de aludir a los discos de vinilo. También era el nombre de una franquicia de tiendas de discos que no sale en la película, pero describe bien esa época de la cultura del disco.

    Es una comedia romántica con diálogos incisivos y sarcásticos que consigue ser jubilosa gracias a la pareja protagonista.

    Suena July Tree, la voz de Nina Simone contrapone el desarrollo del árbol en las estaciones anuales con el verdadero amor. “He conocido a la chica que será mi esposa”, dice Gary al conocer a Alana. Gritando ante una algarabía de voces, Gary pide silencio y proclama en la apoteósica escena final: “Os presento a la señora Valentine”. La voz de la melodía concluye así: “El verdadero amor florece para que el mundo lo vea“.

     

     

    Crítica elaborada per Pedro Leal Peralvo de la Biblioteca Marc de Cardona en el marc del projecte Escriure de cinema

    16/09/2022
  • Mejor... imposible

    Madrid : Sony, cop. 2005

    Una comedia casi perfecta

    “Y si estás emocionado porque algún chupapollas con el que sales ha sido elegido el primer presidente marica de los Estados Unidos, y ha decidido llevarte a Camp David a celebrarlo, aun así ¡no llames a esta puerta!”

    Prepárese a disfrutar con disertaciones como esta. Hay para todos los gustos, porque Mejor imposible (As Good as It Gets; James L. Brooks, 1997) es una cinta en la que brillan sobre todo los diálogos.

    Con una tonadilla suave y alegre, como de cine mudo, la banda sonora nos introduce en esta comedia que tiene todos los ingredientes propios del género: humor, ternura, dolor, y algún que otro toque profundo como contrapunto: “Tú haces que quiera ser mejor persona”, dice el protagonista cuando ella le exige unas palabras que la convenzan de que debe quedarse a su lado. Así comienza la transformación de Melvin Udall (Jack Nicholson), un exitoso escritor de novelas románticas, pero también un misántropo, un maniático con trastorno obsesivo-compulsivo que parece vivir solo para amargar a los demás y ofender a diestro y siniestro. Hasta que Carol (Helen Hunt), camarera y madre soltera que lucha por salir adelante, logra con su humanidad que Melvin comience a cambiar e interactúe con sensibilidad.

    A estos personajes se suma un tercero, Simon (Greg Kinnear), un pintor homosexual más expuesto a la intemperie económica que su exitoso vecino Udall. Y también su perro, Verdell, un animal casi microscópico pero que cobrará la importancia de un cuarto personaje por impulsar el inicio de la metamorfosis de Melvin y porque actúa chupando cámara y robando planos. Como cuando camina como él, sin “pisar raya”, o cuando se aplasta sobre el suelo hasta quedarse sin barbilla, en su afán de mostrarse sumiso al quedar bajo su tutela. Un bicho feo y pringoso que nos recuerda a un insecto inmundo, pero que es capaz de robarnos el corazón.

    La trama

    Se nos muestra primero todas las manías de Melvin: comer cada día en el mismo restaurante con cubiertos de plástico, cerrar todo con un número determinado de vueltas de llave o lavarse las manos después de tocar cualquier cosa que no sea él mismo. De esta manera se nos sumerge en la vida de este obsesivo-compulsivo hasta que llegamos a empatizar con él. Es un loco solitario que, en medio de sus esfuerzos por decir las cosas bien, exclamará: “¡Es agotador hablar así!”. La trama, presentada con una gran agilidad narrativa, juntará a los tres personajes en un viaje del que Melvin volverá siendo otra persona porque se convertirá en un “loco enamorado”.

    Brooks ha querido contarnos que incluso un misántropo es vulnerable a la ternura y al amor, que puede cambiar tras un arduo y considerable trabajo consigo mismo. El realizado consigue hacerlo mediante una trama ingeniosa que no decae nunca porque está llena de gags. En una escena, la protagonista corre para subir al taxi con él y le grita “¡Melvin, espere!”, y un grupo de colegialas con el que se cruzan empiezan a corear la frase repetidamente hasta que Melvin les pega un grito. Dan mucho juego los CD que él lleva en el coche, ordenados por temas, y que va reproduciendo según la situación lo requiere. En el comedero de Verdell, Melvin dispone sus mejores manjares y los adorna con chuches.

    Dirección, guion, intérpretes

    La trama está potenciada a través un guión inteligente, que nace de la fusión del director James L. Brooks con el guionista Mark Andrus. Brooks ya había alcanzado la fama con La fuerza del cariño (Terms of Endearment, 1983), una comedia dramática al gusto de Hollywood, y Andrus se consolidó al aportar el guion de otra comedia y reescribirla junto a Brooks para elaborar Mejor Imposible.

    Del trabajo de este dúo nacen frases geniales, como la que Melvin lanza a Carol cuando esta llega a su puerta para decirle que no se acostará con él: “Lo siento, pero para los juramentos antisexo no abrimos hasta las nueve”. Incluso los papeles breves reciben protagonismo. La señora de la limpieza de Simon podía haber aparecido en la puerta de Udall con un simple ruego de si podía hacerse cargo de Verdell por unos días, pero se le pone en los labios una frase bañada en santidad que lleva a Melvin a lanzarle el que quizá es el peor de sus insultos: “¿Quién le enseñó a hablar así? ¿Algún marinero del bar Mete y Saca de Panamá City?”.

    Jack Nicholson brilla en uno de esos papeles que parecen creados especialmente para él, y consigue su tercer Oscar, su segundo de la mano de Brooks (¿quién mejor que Nicholson para mostrar a un loco divertido e ingenioso?). Helen Hunt nos enamora con esos gestos tan suyos, que son como diálogos en sí mismos, y consigue aquí su primer Oscar. Greg Kinnear encarna con mesura a un encantador pintor homosexual, no demasiado amanerado, pero dotado de una sensibilidad extrema. El reparto, como ocurre a menudo, estaba previsto para otros actores, pero Brooks se decidió finalmente por este trío de ases, tan bien compenetrados que terminas por obviar la exageración propia del género para meterte en la pantalla y acabar riendo y llorando con los personajes.

    También resulta notable la participación de Cuba Gooding Jr., una personalidad cinematográfica con sello propio, que aquí encaja muy bien.

    Algún punto suelto

    Quizá la aceptación tan sumisa de un niño de ocho años y la excesiva comprensión de la madre de Carol, que cuida de él mientras su hija recibe algún que otro ligue en casa, rechinan algo en esta historia, pero ya se sabe que debe haber siempre algún detalle imperfecto para que un personaje o una historia sean verosímiles. Igualmente, el hecho de que una persona con un carácter tan odioso escriba novelas románticas hace pensar en principio que son características demasiado opuestas para un mismo personaje. Los guionistas lo resuelven en el pequeño diálogo con la secretaria de su editor. Ella le pregunta admirada: “¿Cómo logra describir tan bien a la mujer?”. Y él le contesta con la minuciosidad de una respuesta meditada: “Pienso en un hombre y le elimino la sensatez y la responsabilidad”.

    Banda sonora y cartel

    El compositor Hans Zimmer ameniza esta cinta con una música alegre y ligera, de fanfarria suave, como si quisiera poner sorna a la historia mediante piezas como Too much reality. Entre las canciones que se emplean en las secuencias, aparece la oportuna melodía de Always look at the bright side of life, que Melvin toca al piano tras haber devuelto el perro a su dueño. “¡Por un perro, por un perro feo!”, dice casi llorando mientras toca para levantar el ánimo. Y es que está herido de muerte: con tanta ternura y amor, anda perdido porque ya no puede ser el de antes.

    La imagen del cartel no podía estar mejor escogida: Melvin, con guantes de plástico, alza en el aire al perro como si fuera un bebé y lo mira con cariño. Un indeseable con corazoncito.

    La cámara

    Un paneo de la cámara que se iza desde abajo, agrandando el encuadre para mostrarnos a un Simon derrotado en medio de todos sus bienes amenazados por la quiebra, nos dice sin palabras que los pierde o se va a llenar de deudas.

    Excelente plano de los peatones caminando en una acera de Nueva York: solo se filman los pies y aún así se reconocen los de Melvin, queriendo evitar que le rocen y causando desastres a su paso. Una magnífica estampa de Melvin en sociedad.

    El montaje paralelo de unas tomas de él y ella haciendo el equipaje en sus respectivas casas consigue acentuar sobremanera la comicidad del orden maniático de él.

    Tampoco necesita palabras el detalle fugaz de la imagen del suelo del recibidor enladrillado con teselas que Melvin cruza de un salto para no “pisar raya”. Otro buen recurso de cámara.

    La gran soltura de los trabajos de cámara se complementa con un excelente montaje que proporciona un buen ritmo y con buenas tareas en la ambientación de interiores y el vestuario de los personajes.

    Cierre

    Una comedia perfecta, llena de situaciones cómicas y diálogos inteligentes, ganadora de dos Oscar y tres Globos de oro.

    Si le ha gustado, puede que estas sean también de su agrado Cuando menos te lo esperas (Something’s Gotta Give, Nancy Meyers, 2003), Se acabó el pastel (Heartburn, Mike Nichols, 1986) o A propósito de Schmidt (About Schmidt, Alexander Payne, 2002). Las tres protagonizadas por Jack Nicholson.

     

     

    Crítica elaborada per Emma Marzábal de la Biblioteca Josep Soler i Vidal (Gavà) en el marc del projecte Escriure de cinema

    23/11/2022
  • El Paciente inglés

    Barcelona : Lauren, DL 1998

    Un gran espectacle per a tots els públics

    El paciente inglés (The English Patient, Anthony Minghella, 1996) és la tercera pel·lícula del seu director. Basada en la novel·la homònima de Michael Ondaatje publicada el 1992, va rebre nou premis Oscar i sis premis BAFTA, entre altres, a més de gaudir d’un enorme èxit de taquilla.

    La història es desenvolupa a la Toscana a finals de la Segona Guerra Mundial, i es presenta mitjançant flashbacks on els protagonistes estan ubicats a l’Egipte d’abans de l’esclat de la guerra i al dels dies posteriors. Aquesta disposició de l’espai-temps està nítidament estructurada, de manera que els fets són presentats a l’espectador de manera molt acurada i ordenada. Tot encaixa de manera precisa fins al tancament final de la història d’amor viscuda entre el comte d’Almásy, el pacient anglès interpretat per Ralph Fiennes, i Katherine Clifton, interpretada per Kristin Scott Thomas, una dona casada amb un dels membres de l’expedició arqueològica i topogràfica a la qual tots pertanyen. László Almásy, amb el cos totalment cremat i a les acaballes de la seva vida, va recordant els fets que l’han dut fins a les mans cuidadores d’Hana, la infermera de guerra interpretada per Juliette Binoche, en un petit monestir mig derruït de la Toscana. És a partir de subtils sons i fragments musicals i, també, de la lectura que Katherine li fa de fragments del llibre d’Heròdot que ell conserva i que és la seva única possessió, que Almásy recorda episodis del seu passat a partir dels quals anem reconstruint la seva història.

    Estem davant d’una pel·lícula que podríem catalogar de drama romàntic de tall acadèmic. La història d’amor viscuda entre els dos protagonistes principals és tractada com un apassionament romàntic, de tal manera que la infidelitat ens és presentada, en aquest cas, com a inevitable, com un amor impossible que condueix els integrants del triangle amorós a un tràgic final enmig d’un marc geogràfic que també és protagonista gràcies a la cuidada fotografia: el desert del Sàhara proper a l’Egipte. A més d’una història d’amor en un paisatge exòtic, també tenim un marc històric incomparable com és el de l’Egipte d’entreguerres i el de la posterior invasió per part de l’Alemanya nazi. Alguns elements d’intriga i espionatge internacional envolten uns personatges que pertanyen a la Royal Geographical Society britànica i que es dediquen a explorar i cartografiar el desert, una feina molt valuosa i preuada per a tots els bàndols implicats en la guerra.

    Tot i centrar-se en la història d’amor del principal protagonista, el comte d’Almásy (que està basat molt lliurement en el personatge real del comte hongarès László Almásy, explorador, aventurer i finalment, espia al servei de l’Alemanya nazi), la pel·lícula també ens presenta altres històries protagonitzades per la resta de personatges que acompanyen Almásy en els seus darrers dies en el petit monestir de la Toscana on tots conflueixen. És el cas de l’amor viscut entre la infermera Hana i el soldat sikh Kip, que ens permet conèixer l’estat de les coses fora del monestir. A la vegada, aquesta història també ens proporciona unes de les imatges més recordades del film: quan el soldat descobreix a l’Hana les pintures al fresc que Piero della Francesca va realitzar a la capella Bacci, totalment abandonada i a les fosques. Ella il·lumina amb una bengala i per mitjà d’una politja unes imatges que també serveixen per enllaçar amb les del descobriment de la cova dels nedadors per part Almásy, una localització clau en el desenvolupament de la pel·lícula.

    L’altra història que també se’ns explica és la de Caravaggio, personatge interpretat per William Dafoe, que apareix al monestir i busca Almásy per passar comptes amb el passat. Aquesta situació ens permetrà aprofundir en detalls i fets de la vida d’Almásy i acabar de lligar caps.

    En definitiva, tenim una història d’amor i aventura, un paisatge exòtic i un context històric agitat a escala internacional. Els ingredients estan perfectament mesclats i dosificats per conformar una pel·lícula atractiva i confeccionada per fer gaudir a tots els públics, una d’aquelles obres que, més que mai, cal gaudir al cinema o en una pantalla tan gran com sigui possible.

    Què seria del cinema si de tant en tant no es fessin pel·lícules així, ben facturades, amb una bona trama atractivament emmarcada en l’aspecte històric i geogràfic, amb dosis d’aventura, exotisme i amor apassionat, amb bons actors, que ens reconciliïn amb el cinema entès com un gran espectacle per a tots els públics, el gran cinema de Hollywood, on el fons i la forma es combinen de manera harmoniosa, un cinema agraït i fet per fer gaudir que funciona bé a taquilla?

    Crítica elaborada per Gerard Arbues. Bib. Santiago Rusiñol. Sitges. Projecte Escriure de Cinema.

    23/11/2022
  • Look back

    Fujimoto, Tatsuki

    Barcelona : Norma Editorial, [2022]

    Fujino creu fermament en el seu propi talent; Kyomoto no surt mai de la seva habitació. La imparable passió per dibuixar manga uneix aquestes dues noies que viuen en un poble apartat. Per molt que passin els dies i mesos, hi ha alguna cosa que sempre els ha donat suport...

    *Novetat a la Xarxa de Biblioteques Municipals 

    23/11/2022
  • Chartwell Manor :

    Head, Glenn

    Barcelona : La Cúpula, febrero de 2022

    Cap infantesa mereix ser profanada. Però ningú no tria la seva infància. El veterà dibuixant Glenn Head es despulla públicament en aquestes pàgines per explicar els anys d´abusos sexuals que va patir durant la seva adolescència en un internat. Un llibre que li ha requerit gairebé cinquanta anys de confecció i examen de consciència, un trajecte llarg i tortuós ple d'obstacles i seqüeles emocionals, complexos, culpa, addiccions i conductes autodestructives.

    *Novetat a la Xarxa de Biblioteques Municipals 

    23/11/2022
  • La Bèstia de les profunditats

    Laperla, Artur

    Madrid : Harperkids, [2021]

    Segona entrega de la sèrie 4 cobais mutants. Una colla d’animalons de laboratori, fugitius i mutants amb superpoders molt especials: el Bròquil amb supercervell, el Borrissol amb supercabellera, el Samsó amb supermúsculs i el Cuquíssim amb supercuquisme. Viuen en els foscos i laberíntics túnels de les clavegueres, que recorren a la recerca de noves i esfereïdores aventures. En aquesta ocasió, busquen un tresor perdut cinquanta anys enrere sota l’amenaça de topar amb el Cuc, un terrible monstre de fam voraç.

    Un còmic divertit, esbojarrat i de ritme trepidant per a lectors a partir de 7-8 anys, que gaudiran de les històries d’aquests petits protagonistes entranyables.    

    Recomanat per Mireia Martínez Bailón. Biblioteca Ernest Lluch i Martín. Vilassar de Mar.

    23/01/2024
S'estan mostrant 1321-1340 de 8600 resultats
Pàgina de 430